Sin importar tu género, puedes realizar la práctica de Tara Verde y ayudar a equilibrarte a ti, y al mundo. Lama Döndrup Drölma nos ofrece instrucciones paso a paso.
Pintura cortesía de Lucky Thanka, www.luckythanka.com
Tara es la conciencia despierta que se manifiesta en forma femenina. Es una querida figura budista del Mahayana y el Vajrayana, cuyos innumerables devotos han invocado su presencia compasiva desde finales del siglo sexto en la India. Si bien la sabiduría de Tara es inconcebiblemente profunda, también es inmediatamente accesible para nosotros en cualquier momento.
La sabiduría y la compasión son las dos alas que nos llevan al despertar. Como el sagrado femenino, Tara representa la sabiduría, que es la contraparte esencial del principio masculino de la compasión. Tara es la expresión dinámica de la esencia vacua de la mente, que es potencialidad y creatividad puras e ilimitadas, la matriz de todo lo que existe. Como tal, ella es la madre de todos los budas. Tara encarna la sabiduría innata y el amor incondicional e ilimitado mientras nutre y protege continuamente a los seres sintientes.
Si bien Tara es una encarnación del sagrado femenino, su práctica es importante para todos nosotros, sin importar nuestro género.
El nombre de Tara se deriva de la raíz sánscrita tṛ, que significa “atravesar” o “cruzar”. Tara nos guía y protege mientras viajamos a través del océano del sufrimiento de la existencia cíclica y llegamos a la orilla de la Iluminación. En tibetano, es conocida como Jetsun Drölma. Jetsun significa “noble”, “venerada” y Drölma significa “liberadora”. Tara es la noble que nos libera del océano del sufrimiento.
Tara emerge en muchas formas de distintos colores y portes, cada uno de los cuales tiene una forma específica de ayudarnos en el camino hacia la liberación. Tara Verde es una forma principal de Tara cuya actividad es la de eliminar obstáculos y protegernos del miedo y el peligro. Tara Verde está rodeada por un séquito de veintiún formas, cada una de las cuales nos protege de un tipo específico de miedo, peligro y calamidad.
En el budismo Vajrayana, varios colores representan diferentes facetas de la conciencia despierta y cómo las experimentamos en un nivel ordinario. El color verde se asocia con la actividad iluminada, la sabiduría y la compasión en acción. Así que Tara Verde es la encarnación de la actividad iluminada; Su acción libre de obstáculos se adapta de forma instantánea y precisa a las necesidades de cada momento. Ella sabe exactamente lo que se necesita para facilitar nuestra liberación. El color verde también se asocia con el elemento viento, y la forma verde de Tara expresa su compromiso inquebrantable de actuar en beneficio de los seres con la rapidez del viento.
Más allá de su color, cada aspecto de la apariencia de Tara Verde está imbuido de significado. Su generosidad ilimitada e imparcial, su diligencia gozosa, su paciencia, su conducta ética, su concentración y su sabiduría la adornan como sedas finas y pendientes, collares y brazaletes con incrustaciones de joyas. Su corona dorada expresa su comprensión de las cinco emociones aflictivas como sabidurías en su esencia. Su cabello negro está parcialmente recogido en un moño que simboliza que ha alcanzado la plena realización, mientras que el resto de su cabello fluye por sus hombros y espalda, lo que indica su compromiso de beneficiar a todos los seres sumidos en el sufrimiento.
Thangka de artista desconocido
La mano derecha de Tara Verde descansa sobre su rodilla, con la palma hacia arriba, expresando su generosidad compasiva y de corazón abierto, que fluye libremente hacia todos los seres sin excepción. Su mano izquierda forma un gesto que nos invita a refugiarnos en ella. Es decir, presiona las puntas de su dedo anular y pulgar, mientras sus otros tres dedos apuntan al cielo. El pulgar y el dedo unidos de Tara Verde representan su realización de la unión de la sabiduría y la compasión, mientras que sus otros tres dedos representan su confianza en la triple joya: el Buda, el dharma y la sangha. Sostiene este gesto a la altura de su corazón, comunicando que nunca está separada de la mente despierta. Entre el pulgar y el anular de su mano izquierda se encuentra el tallo de un loto azul de gran rareza que florece en su oreja izquierda. El loto simboliza la capacidad del dharma para manifestarse y liberarnos del “lodo” de la existencia cíclica.
Tara Verde se encuentra sentada en la parte superior de un loto completamente abierto y un disco lunar luminoso. Su pierna izquierda está recogida, lo que representa que a través de su práctica contemplativa ha realizado la sabiduría. Su pierna derecha extendida representa la compasión, ya que está preparada para levantarse en el momento en que la llamamos.
Tara Verde es un espejo prístino que refleja la verdad de nuestra naturaleza innata y despierta, ante nosotros temporalmente oculta. A través de la práctica de Tara Verde, gradualmente removemos los velos que nos impiden reconocer que nuestro cuerpo, palabra y mente son inseparables de su cuerpo, palabra y mente despiertos. Esta práctica implica interactuar con ella visualizándola y a los símbolos asociados con ella, y recitando su mantra. En la práctica de Tara Verde inicialmente la visualizamos frente a nosotros. Luego, a medida que avanza la práctica, ella se disuelve en nosotros, y nosotros mismos emergemos como Tara Verde. Llegamos a reconocer que nosotros también somos manifestaciones de la conciencia despierta.
Si bien Tara es una encarnación del sagrado femenino, su práctica es importante para todos nosotros, sin importar nuestro género. En una época en la que las cuestiones de género forman parte del discurso popular, la perspectiva budista de los principios femeninos y masculinos puede ampliar la conversación. Mientras que en Occidente nos centramos principalmente en la anatomía cuando hablamos de género, la comprensión budista de la energía femenina y masculina aporta más sutileza a un tema que a menudo se considera estrictamente binario.
Desde una perspectiva budista, cualquier persona nacida de un vientre materno posee cualidades masculinas y femeninas. Las cualidades masculinas están relacionadas con la claridad, la compasión, los medios hábiles, la actividad y la frescura, mientras que las cualidades femeninas están relacionadas con la sabiduría, la apertura, la vacuidad, la receptividad y la calidez. Cuando nos involucramos en la práctica del Vajrayana, trabajamos para llevar estos aspectos masculinos y femeninos de nosotros mismos al equilibrio y la unión. En última instancia, nuestro objetivo es ir más allá de estas etiquetas y conceptos dualistas. Sólo entonces podremos actualizar plenamente nuestra naturaleza búdica. Por esta razón, participar en la práctica de Tara es de beneficio para todos nosotros. Es una joya preciosa y accesible en un mar de prácticas orientadas hacia lo masculino, que ofrece la oportunidad de desarrollar las cualidades femeninas.
Para las mujeres, Tara ofrece representación y las empodera a medida que se involucran en la práctica espiritual. Durante milenios, la religión ha estado dominada por la iconografía masculina, el clero masculino y la idea de que las mujeres carecen de la capacidad para un desarrollo espiritual pleno. Tener la oportunidad de participar en una práctica en la que la figura central es femenina es algo positivo. Ver que la figura femenina encarna la sabiduría y la compasión ulteriores puede aportar un sentido fundamental de validación y ayudar a sanar el impacto de años de subyugación y marginación. Una de las historias de origen de Tara refleja su experiencia y comprensión de esta desigualdad.
Se relata que hace muchos eones, ella era una princesa llamada Luna de Sabiduría. Luna de Sabiduría era profundamente devota del Buda de esa época. Después de muchos años de hacer ofrendas a él y a sus discípulos, se sintió impulsada a comprometerse a despertar y beneficiar a todos los seres al tomar el voto del bodhisattva. Los monjes presentes le aconsejaron que rezara para nacer en el cuerpo de un hombre para que pudiera alcanzar sus aspiraciones de despertar y beneficiar a los seres, ya que hacerlo en forma femenina no sería posible. Luna de Sabiduría les recordó a los monjes que la verdadera naturaleza última está más allá de los conceptos de lo masculino y lo femenino y que esas son divisiones que surgen de un malentendido fundamental de la naturaleza de la realidad. Luego se comprometió a lograr el despertar y liberar a todos los seres, teniendo un cuerpo femenino.
La aspiración de Luna de Sabiduría nos recuerda que el beneficio de la práctica de Tara se extiende más allá de lo personal a lo transpersonal. A medida que nos involucramos con la práctica de Tara y comenzamos a experimentar algún alivio de nuestro sufrimiento, tenemos la capacidad para reconocer que todos los seres sufren al igual que nosotros y que todos los seres anhelan seguridad y felicidad. Esto permite que nuestro corazón inherentemente compasivo se abra, y nos involucremos en la práctica no sólo para nosotros mismos, sino también para los demás.
A través de la práctica, reconocemos que Tara es un reflejo de la naturaleza búdica de todos los seres y que, al interactuar con cualquier persona, estamos interactuando con Tara. Esto afecta la forma en que nos relacionamos con nuestros seres queridos, nuestros colegas y el mundo que nos rodea. Nos inspira a ser emisarios de sabiduría y compasión que, al igual que Tara, están en sintonía con lo que más se necesita en cada momento y tienen el coraje de actuar en consecuencia. Reconocemos y experimentamos el grado en que toda la vida es interdependiente y nos damos cuenta de que, al equilibrar los aspectos femeninos y masculinos dentro de nosotros mismos, ayudamos a restaurar el desequilibrio tal y como se experimenta colectivamente en nuestra comunidad global.
Este viaje comienza simplemente abriendo nuestros corazones a Tara e invitándola a nuestro espacio. De la misma manera en que cultivaríamos y atenderíamos una amistad en ciernes, comenzamos a relacionarnos regularmente con ella. A medida que esta relación se desarrolla, Tara se convierte en una compañera constante, una amiga querida que está incondicionalmente presente para nosotros sin importar cuánta alegría o desesperación estemos experimentando. Su presencia sabia y amorosa es como un abrazo reconfortante cuando nos sentimos ansiosos, temerosos, aislados, atascados o llenos de dudas. Está totalmente comprometida a estar ahí para nosotros en el momento en que nos acercamos a ella.
Experimentamos a Tara Verde en el cálido abrazo de un viento suave, en la belleza de la naturaleza y la tierra. Ella es nuestro aliento, nuestra fuerza vital. Es el aire que respiramos. Es el movimiento de nuestro progreso, cambio, crecimiento. Y está siempre presente.
Cómo hacer la Práctica de Tara Verde
“Green Tara Green” del Maestro Locho, cortesía del Museo de Arte del Himalaya
1. Toma refugio
Busca un lugar tranquilo para sentarte y adoptar una postura que te permita estar alerta pero relajado. Respira varias veces. Suelta cualquier pensamiento o preocupación y da la bienvenida al momento presente. Una vez que te hayas asentado, refúgiate en todos los seres despiertos y en tu propia bondad básica innata recitando: “Hasta el despertar me refugio en el Buda, el dharma y la noble sangha. Que por el mérito de mis actos de generosidad y demás cualidades, pueda alcanzar el despertar completo para el beneficio de todos los seres”.
2. Visualiza un TAM convertirse en Tara
Con los ojos abiertos, lleva la mirada al espacio frente a ti, contemplando la apertura de éste con una sensación de receptividad. Visualiza que la compasión incondicionada emerge de esa apertura en la forma de un Tam verde, la sílaba semilla mística asociada con Tara. (Ver la escritura en la parte superior del loto a la derecha). El Tam se transforma instantáneamente en Tara Verde, quien se sienta sobre un disco lunar luminoso sobre un loto completamente abierto. Su cuerpo está hecho de luz verde azulada, el color de un lago alpino claro. Como un arco iris, aparece, pero su forma no es sustancial.
3. Potencia la visualización
Visualiza una luz de los colores del arco iris que irradia desde tu corazón. La misma purifica el mundo, hace ofrendas a los despiertos e invoca la sabiduría y la compasión de Tara Verde para que esté presente contigo. En respuesta, varias formas de Tara llueven y se disuelven en la Tara Verde que visualizaste originalmente, potenciando tu visualización. Ten la confianza de que todos los continuos mentales de tus maestros están unidos con el de ella, y que ella está realmente presente en el espacio frente a ti.
4. Recita el mantra de Tara Verde
Comienza a recitar el mantra de Tara, Om Tare Tu Tare Ture Svaha, como una forma de conectarte directamente con ella. El mantra es la sabiduría y la compasión de Tara manifestándose como sonido y vibración. Siente la vibración del mantra en tu cuerpo y siente que resuena con el cuerpo de Tara. Mientras recitas el mantra, visualiza que una corriente de néctar de conciencia de sabiduría comienza a fluir de su mano derecha abierta. Es como una luz líquida de color verde azulado. Este río de néctar fluye hacia la coronilla de tu cabeza y elimina todo miedo, te otorga protección, elimina obstáculos y oscurecimientos, y te transmite a ti y a todos los seres la conciencia despierta. Haz las plegarias que desees a Tara Verde y permítete recibir sus bendiciones.
5. Confía en que eres Tara
Mira a Tara Verde disolverse en luz y a esa luz disolverse en ti. A medida que entra en tu cuerpo, te ilumina desde adentro hacia afuera, y tu cuerpo ordinario ahora emerge en la forma de Tara Verde. Experimenta su cuerpo de luz verde azulada como si fuera la vacuidad y la forma inseparables. Tus cualidades despiertas te adornan como sedas y joyas. Tus manos y piernas descansan en los mismos gestos y modales que los de ella. Experimenta tu mente como si fuera inseparable de la mente de Tara Verde. En el área de su corazón se encuentra un Tam verde azulado. A medida que continúas recitando el mantra, la luz irradia desde tu corazón, enviando alegría, compasión, bondad amorosa, fuerza y ecuanimidad a todos los seres sin excepción.
6. Disuelve la visualización
Cuando termines de recitar el mantra, tómate un momento para permanecer sentado y sentir el impacto. Luego, disuelve gradualmente la visualización hasta que sólo quede una gota de luz color verde azulado en el centro de tu corazón, irradiando brillantemente la esencia de tu verdadera naturaleza. Entonces la luz se disuelve en el espacio, como un arco iris que desaparece en el cielo. Descansa tu mente en su estado natural durante unos minutos, o más tiempo.
7. Comparte el beneficio
Termina esta sesión de práctica compartiendo con todos los seres cualquier beneficio que haya surgido de tu conexión con Tara Verde. Hazlo recitando: “Que a través de esta bondad, pueda espontáneamente surgir el despertar en nuestros continuos mentales. Que todos los oscurecimientos y distorsiones desaparezcan. Que todos los seres sean liberados del sufrimiento y de las olas tormentosas del nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte”.
Lama Döndrup Drölma es la lama residente de la Fundación Sukhasiddhi en San Rafael, California. Su formación en las tradiciones Theravada y Vajrayana incluye el tradicional retiro de tres años, que completó en 2005. Tiene dos títulos en interpretación de piano clásico y presenta y enseña activamente a través de Rising Phoenix Piano Studio en el Área de la Bahía de San Francisco.
ACERCA DE ESTEFANIA DUQUE (TRADUCTORA)
Estefania es licenciada en Lenguas Modernas e Interculturalidad por la Universidad De La Salle Bajío. Creció en la calidez de la comunidad budista de Casa Tibet México y actualmente cursa un Programa de Formación de Traductores de Tibetano en Dharma Sagar, con la aspiración de traducir el Dharma directamente del tibetano al español.