Alimentando fantasmas hambrientos en Halloween

Durante la ceremonia de Segaki del Centro Zen Dharma Rain, que se celebra cada año en torno a Halloween, los “fantasmas hambrientos” entran al zendo para darse un festín de dulces y aprender a comportarse en un templo budista.

Lilly Greenblatt27 October 2023
Photo via Dharma Rain Zen Center.
Gakis and co-abbot of Dharma Rain Zen Center, Kakumyo Lowe-Charde.

En el Centro Zen Dharma Rain, localizado en Portland, Oregón, el Halloween y la práctica budista tradicional se unen durante el festival anual de Segaki, que se celebra cada año a finales de octubre. Durante un fin de semana, fantasmas, disfraces y golosinas entran al zendo para una ceremonia llena de significado y alegría, disfrutada tanto por niños como por adultos.

El “Segaki”, que significa “alimentar a los fantasmas hambrientos”, es uno de los festivales más importantes en el calendario de Dharma Rain. La celebración sirve para honrar a los amigos y familiares fallecidos y para practicar la instrospección y liberarnos de los “fantasmas hambrientos” —también llamados gakis— que llevamos dentro.

“La llegada del otoño parece animarnos a volver la mirada hacia nuestro interior y enfrentarnos a nuestros propios fantasmas hambrientos, y este tipo de introspección forma parte de nuestra práctica durante el retiro de Segaki”, afirma Shin’yu Vitells, monje de Dharma Rain.

En el arte budista, los fantasmas hambrientos son representados con vientres desnutridos e hinchados y cuellos delgados que les imposibilitan tragar alimentos. Se considera que son una metáfora del estado mental ansioso y codicioso con el que muchos humanos estamos familiarizados. A nivel espiritual, los fantasmas hambrientos representan el estado de una persona que “desea desesperadamente conocer la Verdad, pero que no puede aceptar las enseñanzas.”

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Como escribió el difunto Kyogen Carlson, antiguo abad de Dharma Rain, en “On Segaki”, se dice que el festival comenzó cuando un discípulo del Buda, Moggallana, quien estaba profundamente conectado con su difunta madre, tuvo sueños de su sufrimiento en un mundo en el que no podía comer ni beber, un mundo conocido en la rueda budista de la vida como el reino de los fantasmas hambrientos. El Buda indicó a Moggallana que hiciera una ofrenda de comida que su madre pudiera aceptar y digerir fácilmente durante una ceremonia dedicada a su nombre, para así purificar su karma en común.

Según la leyenda china, Moggallana viajó a los reinos infernales para rescatar personalmente a su madre, y cuando rompió la cerradura de la puerta del infierno, todos los fantasmas hambrientos escaparon al reino humano. Durante el séptimo mes lunar, el mes de los muertos en China, se dice que los fantasmas hambrientos son liberados del infierno, y se celebra una alegre fiesta para rendir respeto a todos los seres fallecidos mediante ofrendas de comida y entretenimiento. Se dice que las ofrendas liberan del sufrimiento a los fantasmas hambrientos y que convencen de regresar al lugar al que pertenecen a los que aún tienen cosas pendientes por aprender. Hace años, un visitante de Dharma Rain nos habló de las prácticas chinas de Segaki, y Dharma Rain adoptó esta práctica para complementar las festividades estadounidenses del Halloween.

Este año en Dharma Rain, el retiro de Segaki se celebrará del 27 al 29 de octubre. Si bien el retiro brinda la oportunidad de renovarse espiritualmente y realizar una purificación kármica, culmina con una ceremonia especialmente alegre durante el último día. La inclusión de los sesenta y siete niños matriculados en la Escuela de Dharma de Dharma Rain hace de la ceremonia de Segaki algo muy especial.

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Durante el retiro, se cubren todas las imágenes y estatuas del Buda para así evitar espantar a los fantasmas hambrientos. El último día del retiro de Segaki, los niños de la Escuela de Dharma entran al zendo para la ceremonia principal. Se les pide a todos que traigan sus golosinas favoritas para colocarlas en el altar, mismas que suelen ser dulces, papitas fritas y galletas. Siempre, afirma Shin’yu Vitells, aparecen “donas exageradas y extravagantes”.

Se invita a los fantasmas hambrientos a unirse a la celebración final, que a su vez invita a “todo el karma infeliz y no resuelto del universo a acercarse al altar para recibir el Dharma en forma de alimento”. También se ofrece incienso y se leen los nombres de quienes han fallecido durante el último año.

Luego llega lo divertido: los gakis, o fantasmas hambrientos, llegan en persona para visitar a los niños de la Escuela de Dharma. Los gakis son interpretados por varios estudiantes de preparatoria de Dharma Rain, ataviados con sábanas blancas que les cubren la cabeza y usando zapatos, algo que, para los niños, resulta sorprendente de ver en un templo budista. Dado que los gakis se comportan mal en el zendo, corresponde a los niños de la Escuela de Dharma enseñarles las reglas.

“Los gakis entran al zendo con los zapatos puestos, hacen mucho ruido, toman dulces del altar, se niegan a hacer reverencias, etc.”, dice Shin’yu Vitells.

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“Los niños más pequeños conocen bien las reglas, por supuesto… así que piden a los gakis que se quiten los zapatos, les enseñan cómo se hacen las reverencias y a compartir las golosinas de Segaki con sus amigos. Saben que los gakis necesitan recibir muestras de bondad y amor”.

Juntos, los niños y los gakis comen las golosinas en el altar, y los participantes del retiro se unen al festín.

Después de que los fantasmas hambrientos hayan aprendido sus lecciones, el Segaki en Dharma Rain culmina por la noche con el Segaki Toro, una ceremonia de clausura en la que se enciende una fogata. En unas hojas de papel, los participantes escriben los nombres de los fallecidos y los problemas personales que quieren dejar atrás, y los arrojan al fuego.


ACERCA DE LILLY GREENBLATT

Lilly Greenblatt es la editora digital de LionsRoar.com. Puedes encontrar más información sobre ella en lillygreenblatt.com


ACERCA DE ESTEFANIA DUQUE (TRADUCTORA)

Estefania es licenciada en Lenguas Modernas e Interculturalidad por la Universidad De La Salle Bajío. Creció en la calidez de la comunidad budista de Casa Tibet México y actualmente cursa un Programa de Formación de Traductores de Tibetano en Dharma Sagar, con la aspiración de traducir el Dharma directamente del tibetano al español.

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Lilly Greenblatt is the digital editor of LionsRoar.com. You can find more about her at lillygreenblatt.com