Queridos amigos,
Tenemos opción.
Epidemias, terremotos, tornados e inundaciones son parte del ciclo de la vida en el planeta tierra.
¿Cómo vamos a responder?
¿Con avaricia, odio, miedo e ignorancia? Esto sólo trae más sufrimiento.
¿O con generosidad, claridad, estabilidad y amor?
Este es el momento para amar.
Este es el momento para ser bodhisattva.
En las enseñanzas budistas, un bodhisattva es alguien que se compromete a aliviar el sufrimiento y a traer bendiciones en toda circunstancia. Un bodhisattva elige vivir con dignidad y valentía, y radia compasión a todos, no importa en dónde se encuentre.
Estalla de amor. Sé un portador de esperanza.
Esta no es una metáfora. Como bodhisattvas, se nos está pidiendo que mantengamos cierta mesura de la tragedia del mundo y que respondamos con amor.
El camino del bodhisattva está enfrente de nosotros. Lo hermoso es que podemos ver bodhisattvas alrededor nuestro. Los vemos cantando desde sus balcones para aquellos que están encerrados dentro de sus departamentos. Los vemos en vecindarios jóvenes cuidando de sus vecinos ancianos, los vemos en nuestros valientes trabajadores de la salud y en los invisibles trabajadores que llenan las repisas en las tiendas de comestibles.
Como padre, si me llamara, volaría al fin del mundo para ayudar y proteger a mi hija. Ahora ella, su esposo que es paramédico y bombero, y mi nieto pequeño esperan el virus. Su departamento de bomberos urbano, como muchos otros hospitales y paramédicos, no tienen máscaras. Ochenta por ciento de su trabajo son llamadas médicas de emergencia, y todos esperan adquirir el virus. No recibirán exámenes médicos porque el departamento no puede costear perder a muchos de sus bomberos.
¿Qué puedo hacer? ¿Qué podemos hacer?
En este momento nos podemos sentar quietos, tomar un respiro profundo, y reconocer nuestro miedo y aprehensión, nuestra incertidumbre y nuestro desamparo… y sostener todos estos sentimientos con un corazón compasivo. Podemos decirle a nuestros sentimientos e incertidumbre, “Gracias por tratar de protegerme”, “Por ahora estoy bien”. Podemos poner nuestros miedos en el regazo del Buda, de la Virgen María, de Quan Yin, o ponerlos en los corazones de generaciones y generaciones de valientes médicos y científicos quienes han cuidado del mundo en epidemias pasadas.
Cuando lo hacemos, podemos sentirnos parte de algo más grande, de generaciones de sobrevivientes en la vasta red de la historia y de la vida. “Ser llevado”, como los ancianos Ojibwa dicen, “por los grandes vientos a través del cielo”.
Este es un tiempo de misterio e incertidumbre. Toma aliento. Los velos de la separación están partiendo y la realidad de la interconexión es evidente para todos en la tierra. Hemos necesitado esta pausa, quizás incluso hemos requerido nuestro aislamiento para ver cuánto necesitamos unos de otros.
Ahora es tiempo de hacer nuestra parte.
Los bodhisattvas van deliberadamente hacia el sufrimiento circundante para servir y ayudar a aquellos alrededor en cualquier manera que puedan.
Este es el exámen por el que hemos estado esperando.
Sabemos cómo hacer esto.
Es tiempo de renovar tus votos.
Siéntate quieto de nuevo y pregúntale a tu corazón: ¿Cuál es mi mejor y mayor intención, mi aspiración más noble para este tiempo difícil?
Tu corazón va a responder.
Permite que este voto se convierta en tu estrella de Belén. Cuando te sientas perdido, recuérdalo y serás recordado acerca de lo que importa.
El mundo espera por tu corazón compasivo.
Es tiempo de ser la medicina, la música que inspira, la lámpara en la oscuridad.
Explota con amor. Sé un portador de esperanza.
Si hay un funeral, atiendelo con una canción.
Confía en tu dignidad y tu bondad.
Donde otros acaparan… ayuda.
Donde otros engañan… levántate por la verdad.
Donde otros están abrumados o son descuidados, sé atento y respetuoso.
Cuando te preocupas por tus padres, tus hijos, tus seres queridos, deja que tu corazón se abra para compartir en el cuidado de todos por sus padres, sus hijos y sus seres queridos. Este es el gran corazón de la compasión. El bodhisattva dirige su compasión hacia todos. Aquellos que están sufriendo y están vulnerables y aquellos quienes están causando sufrimiento. Estamos en esto juntos.
Es tiempo de reimaginar un nuevo mundo, concebir el compartir nuestra humanidad común, visualizar cómo podemos vivir del modo más profundo y hermoso posible.
Al final, recuerda que quien eres es consciencia sin tiempo, la consciencia que nació en tu cuerpo. Tú naciste como hijo del espíritu, e incluso ahora tú puedes dirigirte hacia la conciencia y convertirte en la conciencia amorosa que te ve a ti mismo leyendo, y sintiendo y reflejando.
Cuando un bebé nace nuestra primera respuesta es el amor.
Cuando un ser querido muere la mano que tomamos es un gesto de amor.
Amor sin tiempo y consciencia es quien eres.
Confía.
Querido bodhisattva,
el mundo espera por tu corazón compasivo.
Vamos a unirnos en esta gran labor.
Con metta,
Jack
La versión original (en inglés) de esta enseñanza fue publicada originalmente en jackkornfield.com, donde puedes escuchar las meditaciones gratuitas: “A Steady Heart in the Time of Coronavirus,” y “Compassion in the Time of Coronavirus.”
ACERCA DE JACK KORNFIELD
Jack Kornfield es un maestro fundador de la Insight Meditation Society y del Spirit Rock Center, así como uno de los maestros claves en introducir la práctica de presencia mental budista en el Occidente. Él fue un monje budista y es un psicólogo clínico, esposo y padre.
ACERCA DE RATNA DAKINI (Traductora)
ratna dakini es una yoguini budista tibetana, poeta y traductora originaria de México. Ha publicado dos libros de poesía de dharma, el último titulado Sunbird (2020). Ha traducido para la Comunidad de Meditación de Tergar por Aprox. 6 años, y continúa traduciendo para Tergar, así como para la página en español de Lion’s Roar. Actualmente vive en San Miguel de Allende, donde enseña Yoga, practica danza y prepara un tercer libro de poesía.